jueves, septiembre 30, 2010

De niño a niño

Hace algunos meses mandé unas ilustraciones a un concurso de publicaciones infantiles y juveniles. Fueron tres los dibujos que envié, pero no me quedé con copia ni archivo jpg de uno de ellos, porque lo hice con acuarelas y lápices de colores y, aparte, estaba muy grande para escanearlo, snif. Ahí se los debo.
Están algo sencillos mis dibujitos. A ver qué tal me va. Si me va mal, me quedará el consuelo de haberme divertido mucho haciéndolos (y de haberme lavado el coco con esta mentalidad).

En esta ilustración del robot saliendo de una biblioteca, se supone que intenté plasmar el eterno dilema del: "Ay, el pobrecito libro contra las nuevas y malvadas tecnologías que lo quieren borrar de la faz de la tierra, snif", para dar a entender que un formato no tiene por qué estar peleado con el otro. O, al menos, eso creo yo. El helado con la cereza y los patines -accesorios muy streets of Miami-, son para que los niños sientan que leer es bien cool.


Se supone que en este dibujo del dinosaurio, el cuello del reptil forma en el cielo la palabra "lee", pero como ya nadie utiliza la letra manuscrita, se me hace que el mensaje no queda muy claro, por lo que se convierte automáticamente en un mensaje subliminal. Que igual y está mejor, porque así, el efecto que provoca en las cabezas de los niños es más contundente, y quién quite y hasta terminan obedeciéndome, jejeje.


Saludos.