martes, octubre 27, 2009

Ahora soy poeta

Yo de corbata y traje; tú, de vestido.
¿Cuántas bodas como éstas nos hemos perdido?

Comienza la música, nos sentamos en la mesa y pedimos de beber.
En cada sorbo imaginamos los mutantes que en la pista de baile va a haber.

Tocan rock en español, en inglés, cumbias y baladas.
Las mismas pinches canciones miadas.

Me muerdes una oreja y me da la chiripiolca.
Sabes que no bailo porque siempre tocan polca.

Con muy poco me convences.
Si tu pareja fuera Superman, fácil lo vences.

No me importa que el enlace religioso sea de un familiar.
Mi filosofía es la de “el whisky ir a gorrear”.

El pendejo del grupo quiere que bailemos “El Venado”.
Por ti me arrastraría por los desiertos de lado a lado.

Si de hacer el ridículo se trata.
Prefiero bajarme los calzones y enseñarles a todos la riata.

Pero por favor: nunca me pidas bailar.
Es una vergüenza que nunca podrás olvidar.

Es una imagen de mí que nunca te vas a borrar.
Bailemos mejor en la cama para el tiempo ahorrar.

Así podré desvestirte con mi visión de rayos gama.
Y te haré la pregunta del millón: “¿Quién es el que más te ama?”.

Y tú me dirás: “¡Pinche niño: deja de brincar en la cama!”.
Y yo te diré: “Es que Gama rima con Ama y con Cama y con Gama y con Ama, pero ya no sé qué más escribir”.

Y haremos el amor con gana(s)... aunque Gama, Ama y Cama no rimen con Ganas.