martes, diciembre 25, 2007

Buenos deseos y esas cosas...

Pues nomás para avisarles que ya están las tarjetas del día del amor que había prometido y ya mandé algunas en los paquetes de revistas a los suscriptores, y también ya mandé a hacer más porque se acabaron, snif. Algunas son del Chimicuil y otras traen otros dibujillos cursis. A todo aquel que se suscriba a ¡#$%&! Cómics se le enviará un six pack de tarjetas para que conquisten el corazón de esa morrita (o morrito) que no les hace caso, snif.
A continuación, la muestra de las tarjetas:


¡Aaaayyy, qué monitas!!!

Ayer me puse a pensar que todavía existen juguetes nobles, que desarrollan la imaginación y no apendejan a los chavitos. Los Hot Wheels son excelentes y muy baratos (no cuestan ni el dólar los cabrones). Además, uno como adulto puede adquirir el coche que sueña a muy bajo precio, imaginar que nos hacemos del tamaño de una tachuela y manejarlo por la sala o el comedor de la casa.
Recuerdo que de niño, cada que íbamos a McAllen o Laredo, mi padre me compraba algunos cochecitos de esos (de las mejores y pocas cosas que han inventado los gringos) y, al regreso, les regalaba uno a cada amigo del barrio. Podíamos pasar horas en la bajada de la cochera de la casa de Doña Pelos jugando carreritas, que consistían en poner los coches en hilera, detenerlos con el antebrazo, subir el brazo y dejar que la fuerza de gravedad decidiera al ganador. La diversión acababa cuando la pinche Doña Pelos llegaba y nos gritaba -tronido de dedos incluido- su ya característico: "¡Se me largan de aquí, cabrones!".
Aquí abajito, una muestra de los dichosos cochecitos:


Soy un de lo "pior". No les había deseado feliz "navidá" ni esas cosas. Y pues bueno, ya se los "desié". Espero la hayan pasado tan bien como yo o mejor. Ah, y para todos mis lectores de las Islas Mauricio, Costa de Marfil y la parte este de Albania que no conocen las tradiciones mexicanas y me preguntan que qué significa eso del "recalentado"; pues aquí se los explica mi abuela rockera:


Y ya por último; pues resulta que me voy de viaje. Tomaré un tren de los Mochis a Chihuahua y recorreré la sierra. Planeo no bañarme en esos 7 días, conocer al colega Kabeza, leer, tomar muchas fotos, etc, etc. A ver qué tal. Los veo en una semana.



P.D. Anoche, no sé si fueron las dos botellas de vino barato que me tomé, pero soñé con esta mujer:


El amor platónico de todo monero y no monero, ¡ay mamachita!

Creo que voy a tomar más vino de ese, jojojo.